Saturday, March 24, 2018

De como me converti en una lectora compulsiva


En mis tiernos años de mi niñez leer no era algo que atrajera mi atención. Siempre disfrute las historias que mi papá y mi abuela me contaban. Tan pronto aprendí a leer y todos comenzaron a regalarme libros descubrí que leer no me resultaba placentero.
Mi mamá solía decirme que leer era como viajar mágicamente a lugares desconocidos y te permite imaginarte lo que el autor contaba en sus historias poniéndole uno mismo el rostro y la ropa que uno deseara a los personajes.
En teoría sonaba maravilloso, especialmente para mi que como hija única no tenia hermanos con quien pasar el tiempo ni tampoco muchos amigos.  Lamentablemente la lectura no me atraía y por más que en teoría yo debía viajar con mi imaginación en la realidad mi cerebro parecía pelear con las letras y las palabras y nada tenia sentido.
Mi dificultad con la lectura era tan grande que por mucho tiempo me quedaba dormida antes de lograr entender lo que leía.
Para cuando terminé la escuela primaria estaba tan frustrada con la lectura que decidí no ir al secundario. Me imaginaba que si me quedaba en casa podría evitar pasar por tantos malos momentos.
Muchos años más tarde encontraría que la razón de mi problema tenia un nombre y no había nada de que avergonzarme. Yo no era tonta, ni haragana solamente era disléxica.
Por desgracia tardaría mucho en darme cuenta de cual era mi problema y para entonces había desarrollado un total disgusto por la lectura. Nunca fui una buena alumna. Mi mamá debía luchar conmigo para que leyeras las lecturas que me asignaba la maestra. Estudiar se me hacía muy difícil, no entendía la mitad de lo que leía.  Mi buena memoria me sacaba de apuros ya que podía recordar fácilmente lo que escuchaba así que mi madre me leía y yo recordaba.
Para cuando termine el 7mo grado yo odiaba la escuela. Como decidí quedarme en casa mientras mis amigas iban al secundario de repente me encontré con mas tiempo del que quería tener. El día se me hacia eterno. Después de ayudar en la casa disponía de una cantidad enorme de horas que no sabia como llenar. Cuando mis amigas volvían del colegio tenían mucha tarea y actividades que cumplir.
Pronto caí en la cuenta de que no había hecho la mejor elección.
En uno de esos días de aburrimiento máximo descubrir una caja en lo alto de placard. Para mis 13 años una caja escondida era un tesoro por descubrir y un desafío tentador. La caja tenía una inscripción escrito de puño y letra de mi madre “No Tocar”
Creo que mi corazón latía tan rápido y fuerte que creo que se podía escuchar a un metro de distancia.
Mi excitación incontrolable provoco que la caja se me cayera sobre la cabeza al intentar bajarla.  
No se que clase de tesoro esperaba yo encontrar, pero ante mis ojos y desparramadas por toda la habitación me encontré mirando a un centenar de pequeñas novelas.
Empecé a recoger esos libritos uno a uno poniéndolos nuevamente en una caja, tenían en su mayoría fotos en la portada de hombres y mujeres. En su mayoría eran de la misma autora, “Corín Tellado”. Me apure lo mas posible y las volví a colocar en la caja y recoloque la caja en su lugar nuevamente con la idea de mas tarde encontrar algo para sujetar la caja otra vez y que no se notara que la había abierto.
La voz de mi mama llamándome para la merienda me llevo fuera de la habitación y por varias horas me olvide de la caja y su contenido.
Después de la cena y de vuelta a mi habitación volví a pensar en la caja, pero no la volvería a abrir, después de todo, eran solamente libros y a mi no me gustaba leer.
Me acosté temprano como era costumbre. En mi dormitorio había dos camas, una la ocupaba yo y a otra que estaba bajo la ventana era para cuando venía mi abuela de visita.
Desde mi cama visualice algo irregular bajo la cama de huéspedes cerca del placard. Me gano la curiosidad nuevamente y fui a ver que era.
Allí a mis pies estaba como burlándose de mi una de las novelitas. El levante del suelo y no pude resistirme de mirar alrededor como si esperara que alguien estuviera controlándome.
“Flores para Mauricio” leí en voz alta. “Qué bonito nombre” pensé.
En ese momento sentí que la novelita me llamaba. La llevé a la cama y comencé a leer.
La historia me atrapo enseguida, era una lectura ligera, fácil de seguir con un vocabulario sencillo y el tema era interesante y divertido. La primera luz del día me encontró leyendo y así fue como fui atrapada por a lectura de la mano de una novelita rosa de Corín Tellado.
Muy pronto había leído todas las novelas de la caja y a partir de entonces no he parado de leer.

 












Según Wikipedia: 

 María del Socorro Tellado López, conocida como Corín Tellado, (ViavélezEl FrancoAsturias25 de abril de 1927 - Gijón11 de abril de 2009) fue una extremadamente popular y prolífica escritora española de unas 5000 novelas principalmente románticas entre 1946 y 2009, que fueron traducidas a 27 idiomas. 
Vender más de 400 000 000 de ejemplares de sus novelas la llevó a ser reconocida como la autora más vendida en idioma español según en el Libro Guinness de los Récords de 1994, y ya en 1962 la UNESCO la había declarado la escritora española más leída después de Miguel de Cervantes.​ Sus obras continúan siendo reeditadas en formato digital.

                       Y yo debo agregar que fue mi mejor motivadora  

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